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El marco legal de la Ley de sostenibilidad energética vasca del 2019 da una serie de objetivos a cumplir con las administraciones públicas en cuanto a consumo y emisiones GEI (gases de efecto invernadero), pero el cambio climático ya está aquí y dado que está muy unida la reducción de consumos energéticos o el aumento de las renovables con lo que son las estrategias tanto de mitigación como de adaptación al cambio climático, se realiza también este plan. 

 

Actualmente en la fase de diagnostico se está realizando un inventario de los consumos energéticos y de las emisiones GEI de la administración del ayuntamiento, esto es, de los edificios y locales públicos, el alumbrado público y también de la flota de vehículos municipales. Con ese inventario se sabrá que gasto hay, qué es lo que se consume y que es lo que hay que adaptar. 

 

Con estas medidas el ayuntamiento pretende reducir su consumo energético en un 35% y aumentar su capacidad para generar energía renovable, cumpliendo así con los requisitos de la Ley 4/2019 de Sostenibilidad Energética de la CAV. Además, se incluirán medidas para dar respuesta y anticiparse a las principales amenazas climáticas, como puede ser el incremento de temperaturas o de episodios de precipitaciones intensas. En relación a esta cuestión, se hará especial hincapié en el reverdecimiento del espacio urbano dado que está demostrado que los espacios verdes contribuyen a reducir la sensación térmica en días de mucho calor y, además, juegan un papel importante ante episodios de lluvias torrenciales, amortiguando su efecto y reduciendo el riesgo de inundaciones. 

 

Y esto, ¿cómo se realiza? 

 

La mitigación pasa por una parte por emitir menos, cambiar nuestro modelo energético en el que ahora funcionamos y tener en cuenta los posibles sumideros de carbono que pueda haber en el municipio, como bosques, laderas de monte, etc. Una vez adoptadas todas esas medidas de mitigación, de reducir, habrá que adaptarse puesto que habrá cosas que no se podrán cambiar. 

 

Uno de los objetivos para el 2050 es ser neutros, neutros al clima, decía Itziar Gurrutxaga. Conseguir que las actividades diarias y nuestros modos de transporte y forma de vivir sea neutra con respecto al clima. Ese es el objetivo a largo plazo y a por el que está yendo toda la Unión Europea. 

 

Una vez obtenido el diagnostico se realizará un plan dónde se vean las metas y cómo lograrlas, a base de programas, líneas estratégicas y acciones que se puedan llevar a cabo. Y con el plan, habrá un horizonte temporal, unas partidas presupuestarias y unos indicadores para hacer el seguimiento.

 

La elaboración del Plan tiene un presupuesto de 26.249,44 euros y el ayuntamiento de Lasarte-Oria ha contado con una subvención del Gobierno Vasco de 11.570 euros de apoyo a entidades locales que realicen acciones para promover el desarrollo sostenible. La consultora de Donostia ADOS Sostenibilidad y Clima y la empresa catalana INERGY serán las encargadas de la redacción del Plan. 

 

 

El Ayuntamiento pretende abordar la acción por el clima y la transición energética de forma justa e integradora, sin dejar a nadie atrás, en coherencia con los principios del Pacto Verde Europeo y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Para ello se pretende implicar a la ciudadanía, a las asociaciones y al conjunto de agentes sociales y económicos del municipio en el proceso de elaboración del plan. Con ese objetivo, el ayuntamiento ha puesto a disposición de todas y todos los vecinos del municipio una encuesta online mediante la cual se quiere conocer su percepción sobre aspectos muy concretos que se consideran de interés para el proyecto relacionado con la mitigación y adaptación al cambio climático. 

 

Esta encuesta estará disponible online durante un mes en el siguiente enlace: https://forms.gle/N77sWh2hu8dreoos6. 

 

Una vez se tengan los resultados de las encuestas y las primeras conclusiones del diagnostico, se hará una sesión abierta a la ciudadanía con el objeto de reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro del modelo energético y de la adaptación al cambio climático del municipio. Con todo ello se elaborará el diagnostico del plan. Y una vez que se tenga el diagnostico, se realizará una última sesión con la ciudadanía que se ha denominado Fase de plan de acción en la cual se intentará acotar, ajustar y definir varias medidas acordadas siempre con la dirección del proyecto.